Hace poco me invitaron a escribir una nota para un importante diario y se las quiero compartir. Cuando en Nuna Lifestyle hablamos de llevar un estilo de vida más ético y sustentable buscamos topar a todos los actores con los que nos involucramos día a día, y es por eso que el lugar en el que trabajamos no puede ser la excepción. Ya sea que tengan su propio negocio o colaboren para alguna organización, creo que es muy importante cuestionar cuál es nuestro aporte con el mundo desde ese rol que cumplimos por ocho horas al día, todos los días.
En esta nota espero acercarlos a la realidad laboral en la que vivimos y presentarles un nuevo camino para hacer negocios.
Ser tu propio jefe, probar una idea de negocio, necesidad. Las motivaciones por las que las personas emprenden son muchas; más aún en un mundo donde las nuevas generaciones nos cuestionamos cada vez más el tipo de organizaciones para las que queremos trabajar.
Este debate abre la puerta a dos realidades. La primera, que cada vez son más las empresas tradicionales que se enfrentan al problema de retener talento y plantearse qué deben hacer distinto para no perderlo; y la segunda, es que precisamente ese talento insatisfecho ahora se ha decidido a emprender. Sin embargo, estos nuevos emprendedores tienen una visión particular, quieren iniciar empresas que tengan al “propósito” en el corazón de su modelo de negocio, para de esta manera crear valor financiero al mismo tiempo que generan un impacto social y/o ambiental en su comunidad.
Este nuevo camino, que hoy se abre paso en nuestra región, lleva el nombre de Empresas B y está liderado por Sistema B, un movimiento global que inicio en abril del 2012 y que en Ecuador cuenta con IMPAQTO como principal promotor. Sistema B, apunta a una nueva economía, una donde el sistema económico no solo crezca financieramente a costa de mayor inequidad, agotamiento de recursos y exclusión de miles de personas, sino una donde existan mejores condiciones para todos.
¿Pero qué hace a una organización, una Empresa B? Ofrecer empleo a personas vulnerables, mejorar la calidad de vida de proveedores y distribuidores, adoptar procesos de producción que reduzcan el impacto ambiental, son solo algunas de las tantas maneras.
Los graves problemas que nos plantea la agenda mundial de los próximos años deben abrirnos los ojos a ver a este modelo no solo como una alternativa, sino como el camino correcto para construir empresas sostenibles en el largo plazo. Hoy, tanto consumidores como colaboradores demandamos de empresas que sean protagonistas de las soluciones, así como de emprendedores que estén dispuestos a impactar y trascender.
Si quieren saber más de este tema o dar su opinión, ¡no duden en dejar sus comentarios!
Sobre la Autora
Daniela Álvarez
Creadora de @nunalifestyle. Comunicadora y MBA en Emprendimiento e Innovación. Actualmente se desempeña como marketera y se define como fan de las marcas con impacto. Cree en el consumidor como agente de cambio.
Instagram: @danyalvarezy
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