Antes de empezar a introducirles en el mundo de esta mágica bebida, quiero empezar por contarles cómo y por quién llegué a engancharme con ella.
Anteriormente había escuchado de la Kombucha y aunque su nombre me confundía, me entró la intriga de indagar en el tema y probarla. Un día, visitando a Paulina Simon en su casa, su recibimiento tan energético como la caracteriza, fue el detonante para entrar en confianza y conocer más de cerca su vida y hogar. Fue una gran sorpresa para mí, encontrar su cocina convertida en todo un laboratorio de kombuchas. El gran entusiasmo por su kombuchería me conectó de inmediato a conocer su historia.
Motivada por un nuevo estilo de vida, Paulina se inició en el vegetarianismo y tras talleres y clases, conoce al movimiento RAW o crudo, que invita a alimentarse con productos vivos. Pero, ¿qué tiene de vivo la kombucha? Pues el elemento más importante para que se produzca esta bebida es un hongo, también conocido como SCOBY (Symbiotic Colony Of Bacteria and Yeast), es decir un cultivo de bacterias y levadura.
Este hongo SCOBY se alimenta entre 10 a 15 días de té negro y azúcar y de esta “sencilla” fermentación nace la famosa Kombucha. Y digo “sencilla” porque aunque su fórmula es simple, el cuidado que requiere es muy meticuloso e involucra una gran dedicación. Pauli ahora es una experta y con el mismo amor de una mamá, viene desde junio velando al primer hongo que lo nombró Lucía. De Lucía han nacido y se han multiplicado ya muchas hijas, entre ellas Renata, Joaquina, Luisa, Luciana, Clementina y muchas más. Ahora cada hongo tiene su propio nombre de mujer que fueron inspirados en la hermosa labor de ser madre.
En el periodo de fermentación el azúcar y la cafeína del té casi desaparecen y por efectos de la levadura del hongo se gasifican. A partir de aquí, se procede a saborizar el té y esto se lo puede hacer con frutas, raíces como el jengibre y especias como la cúrcuma. Para Pauli es fundamental usar ingredientes de origen orgánico y que provengan de comercio justo.
La Kombucha es un ser vivo muy noble, porque después de un proceso que involucra mucho cariño y entrega, la recompensa es un conjunto de fabulosos beneficios para nuestra salud y bienestar.
Entre los grandiosos beneficios que te brinda este mágico té son: que es un probiótico el cual ayuda a nutrir nuestras bacterias buenas, regenera y fortalece la flora intestinal, es ideal para problemas estomacales, mala digestión y gastritis. Además, refuerza el sistema inmune promoviendo la prevención de enfermedades, mantiene un hígado saludable, es un energizante natural, entre algunas más. Incluso cuando se pasa la fermentación se convierte en vinagre y puedes crear hasta conservas e incurtidos.
Gracias a Pauli, mi experiencia con esta bebida fue más allá de solo tomarla (que por cierto ya puedo apreciar sus beneficios), pues tuve la oportunidad de involucrarme en el proceso de separar hijas de su madre para crear nuevas fermentaciones. A la mía la nombré Amaya, en honor a mi amada sobrina.
Te invito a contagiarte de la energía amigable, generosa y mágica que viene a través de consumir Kombucha; más allá de la novelería, la razón de incorporarla a tu estilo de vida es generar una alimentación consciente que podrás palpar a raíz de sus beneficios.
Haz tus pedidos a Nina Kombuchería comunicándote con Paulina Simon al 0997643489. Y no te olvides de seguir sus redes para conocer más de cerca el mundo de este elixir.
Dale Me Gusta en Facebook: Nina Kombuchería
Síguelos en Instagram: @ninakombucheria
Sobre la Autora
Verónica Salgado
Quiteña entusiasta por el marketing, la comunicación y la gastronomía, decidió plantear sus objetivos profesionales fusionando estas tres pasiones. Actualmente se desempeña en el mundo del Marketing Gastronómico y como docente universitaria llevando la gastronomía a lo digital.
Instagram: @verosalgadoramirez
Comentários