Lo maravilloso de Nuna Lifestyle es que cada historia nos permite viajar a lugares peculiares y conocer personas especiales. Esta vez tengo la oportunidad de trasladarles al estado de Tabasco, ubicado al sureste de México, para que conozcan a Alejandro May.
Alejandro estudio una Licenciatura en Comercio Exterior y Aduanas en la Universidad Politécnica del Golfo de México y siempre tuvo la visión de desarrollar un proyecto de inclusión social para grupos marginados. Durante esos años realizó una estadía en el Colegio de Postgraduados del Campus Tabasco, institución que se dedica a la investigación agrícola. Pero lo que él no imaginó, es que está estadía marcaría su vida al conocer a la malanga y al Ejido Colima.
La malanga es un tubérculo como la yuca, originario de África, que llegó a México en la época de la conquista y que en las últimas décadas ha sido reemplazado por el consumo de papa. Tarda de 8 a 9 meses en crecer, pero sus beneficios nutricionales son fabulosos, pues es un alimento funcional que ayuda a mejorar la digestión por su alto contenido en fibra y no tiene gluten. De esta manera, Alejandro conoció la malanga como parte de un proyecto que buscaba generar espacios de cultivo en la zona, donde una de las poblaciones que lo producía era Ejido Colima, a media hora de Villahermosa. El Ejido cuenta con alrededor de 300 habitantes, gente humilde y bondadosa con muchas necesidades; no se puede acceder por carretera así que se debe navegar por el río, para luego caminar por 15 minutos hasta donde viven sus pobladores.
Mientras visitó por varias ocasiones el Ejido, Alejandro trabajó en la investigación y desarrollo para poder producir harina de malanga de forma muy sencilla. Con su proceso listo, vio la oportunidad de crear el proyecto “Gustillos”, con el fin de reposicionar el consumo de malanga y generar empleo a través de un modelo colaborativo de comercio justo.
Gustillos está formado por un grupo de mujeres que preparan galletas y mantecados de malanga. A través de él, se busca empoderarlas cambiando su rol de amas de casa por uno más activo que aporte en la economía familiar, pero sin ser muy invasivos en su vida para no afectar la dinámica de sus hogares. Para esto, el centro de producción se ubica en la casa de una de ellas, no trabajan por horario, ni todos los días, sino por cumplimiento de objetivos de acuerdo a los pedidos que se tengan que entregar. El pago se realiza cada 15 días en base al número de unidades producidas.
Lo más valioso que ha logrado el proyecto, más allá del reconocimiento en la comunidad de emprendedores sociales, es un cambio en la estructura de varios hogares del Ejido. Ahora el manejo de responsabilidades familiares es más equitativo por género, ya que los esposos se quedan al cuidado de los niños cuando las mujeres trabajan, lo que antes era impensable.
Otro elemento importante en la producción de Gustillos es la compra de malanga, la cual se realiza a productores del mismo Ejido Colima. Normalmente la malanga es comercializada por intermediarios que no pagan más de $5 pesos por kilo ($0,30 dólares), para luego venderla a $25 pesos ($1,50 dólares). Por eso la política del proyecto es comprar malanga de manera rotativa, directamente a los productores, a un precio justo. Cabe mencionar que Alejandro cuida que no existan agroquímicos en la producción, para de esta manera poder ofrecer productos orgánicos.
Actualmente, Gustillos se vende en tiendas ubicadas en Villahermosa y Paraíso, en Tabasco, y quieren expandir su oferta a la Ciudad de México. Mientras tanto están empezando a buscar socios comerciales en Estados Unidos para ofrecer harina de malanga a este mercado, y así poder ampliar el proyecto.
Lo enriquecedor de conversar con Alejandro es que es inevitable no contagiarse por su optimismo en un mundo mejor y más justo para las personas que están en situaciones vulnerables. Él cree que “nosotros no sabemos de lo que somos capaces, hasta que nos atrevemos hacerlo”, y así fue como nació Gustillos, con la idea de ayudar al Ejido Colima y motivar a otros emprendedores a que inicien proyectos sociales.
¡Si quieren probar estas delicias y apoyar a Gustillos les invito hacer sus pedidos a través de su página en Facebook https://www.facebook.com/gustillosmalanga/, y de esta manera ser consumidores de impacto!
Sobre la Autora
Daniela Álvarez
Creadora de @nunalifestyle. Comunicadora y MBA en Emprendimiento e Innovación. Actualmente se desempeña como marketera y se define como fan de las marcas con impacto. Cree en el consumidor como agente de cambio.
Instagram: @danyalvarezy
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